LA MUESTRA POR PLANTA

El arte cuenta la historia brasileña
en las cuatro plantas de Oca

Al recorrer los más de 10 mil metros cuadrados del espacio expositivo diseñado por Oscar Niemeyer, el visitante sigue la trayectoria del país y construye su propio camino con la posibilidad de las variadas lecturas estimuladas por los curadores de Modos de Ver Brasil: Itaú Cultural 30 Años; asimismo, cada una de las cuatro plantas contextualiza periodos y cruces de miradas.

PLANTA BAJA (ENTRADA)

Así, el trayecto por el espacio recuerda la fuerza económica del ciclo del café, el encanto del centro a comienzos del siglo, la Semana de Arte Moderno en 1922, el descubrimiento del arte concreto y la pujanza de la arquitectura moderna. En las obras más contemporáneas, el cotidiano está marcado por las evidentes diferencias económicas y la invisibilidad social. Son las contradicciones de una ciudad que siempre ha mezclado vigor y destrucción.

 

Thais Rivitti

 

 

El conjunto de obras, sobre todo fotografías y pinturas, señala esa temporalidad en colapso. Ellas muestran lugares y escenas familiares, aunque distantes de la manera como las vemos hoy. Muestran momentos cada vez más raros de enamoramiento por la ciudad en que los conflictos ceden en favor de una visión generosa y afectiva.

De memoria y materia

 

En el siglo XX, el campo museístico sufrió una revisión metodológica y ontológica. La llamada nueva museología revolucionó las posibilidades de interacción entre esos dispositivos y la sociedad, que, en lugar de tenerlos como inventario estanco de discursos materialistas de la historia, pasó a activarlos como plataforma para la realización de procesos constructivos de la memoria social.

 

Teniendo en cuenta ese cambio de enfoque, la estructuración de una propuesta curatorial que dé a conocer la complejidad de la constitución de un acervo con la magnitud del que se expone en Oca es ― además de un diálogo con la historiografía, ora en confrontación, ora en concordancia ― una experiencia de construcción de un espacio abierta a la oportunidad de que cada individuo desarrolle contranarrativas, proponiendo nuevos significados para los significantes dados.

 

Por medio de ese espacio-tiempo, se emprende entonces una experimentación expositiva enfocada en el rol educativo de las instituciones de memoria, a partir de la que el curador actúa como articulador de una interrelación que tiene el arte como soporte para establecer el diálogo entre las distintas miradas que componen los diversos modos de ver Brasil.

 

 

Leno Veras

 

São Paulo

Proponemos al visitante un encuentro con São Paulo: su historia, su arquitectura, sus habitantes y los artistas que crean a partir de ese lugar. Son enfoques simultáneos que presentan la dimensión plural de la ciudad que no se deja aprehender.

 

En el libro Tristes Trópicos, el antropólogo francés Claude Lévi-Strauss (1908-2009) escribe: «Al llegar a São Paulo, en 1935, no fue el aspecto nuevo que me sorprendió inicialmente, sino la precocidad de los daños del tiempo». Para él, «ciertas ciudades de Europa duermen suavemente en la muerte; las del Nuevo Mundo viven febrilmente una enfermedad crónica; eternamente jóvenes, sin embargo, jamás serán saludables».

 

 

 

>

SUBSUELO

De la numismática a la cibernética

PRIMERA PLANTA

SEGUNDA PLANTA

Al considerar el origen y el destino como polaridades pertinentes a los seres y sus creaciones como parte de ese conjunto viviente, nos acercamos a la noción de arte como un régimen ético de identificación de las imágenes, de la relación entre maneras de ser y modos de existir de los individuos y colectividades que las producen.

 

Teniendo en cuenta lo anterior, es posible preguntar qué es lo que determina el carácter de esas producciones: ¿la naturaleza, la procedencia, la finalidad?

 

En los términos de una diferencia entre el ojo y la mirada, propuesta por el fenomenólogo Merleau-Ponty (1918-1961), de la proposición de nuevas lógicas de observación emerge la capacidad de innovadoras aprehensiones del mundo.

 

Frente a las posibilidades de articulación discursiva, el concepto de konstellation, engendrado por el crítico Walter Benjamin (1892-1940), se convierte en el orientador para establecer una mediación entre la obra y quienes la disfrutan, de manera que la constitución de «conjuntos significativos», con la intención de proponer lecturas heterodoxas para obras impregnadas de discursos historizantes, hace posible, al mismo tiempo, buscar nuevos sentidos y enunciarlos.

 

Expresión y racionalidad

 

El inicio del recorrido presenta una polaridad que alimentó el arte brasileño y la creación artística de todo el siglo XX, el binomio expresión y racionalidad.

 

Maria Martins (1894-1973) integró el círculo de artistas surrealistas que se refugiaron en Nueva York durante la Segunda Guerra. Uno de los conceptos que el grupo consideraba como propulsor era el del inconsciente; y la psicoanálisis, un interés común a todos. O Impossível (1940) muestra dos figuras antropomórficas, masculino y femenino, frente a frente. Ellas se atraen y se repelen, generando una tensión que no se resuelve. La obra fue interpretada como un retrato de la imposibilidad de la relación amorosa plena.

 

Al otro lado están obras de las sucesivas generaciones constructivas brasileñas. El arte concreto fue una novedad a comienzos de la década de 1950, acompañado de la bossa nova y la arquitectura moderna en Brasil. Para los artistas de ese movimiento, el arte debería abandonar la representación ― el arte figurativo, el naturalismo ― y volverse al propio lenguaje. En la pintura, era fundamental dejar la tridimensionalidad, explorada desde la perspectiva del Renacimiento, y asumir la bidimensionalidad. En el horizonte utópico de las propuestas concretas: a la organización racional de la pintura correspondería una sociedad más moderna, más funcional, más transparente e igualitaria.

 

La disputa entre esas visiones tomó otros rasgos y perdió su contundencia. Las generaciones posteriores, aunque son herederas de esa discusión, no se afilian integralmente a una u otra visión. Es posible encontrar en Leonilson (1957-1993) ecos de la subjetividad de Maria Martins y, en Sergio Sister (1948-), una investigación con colores y formas típicas de los concretos. Sin embargo, las obras de esta planta muestran otras emergencias de la contemporaneidad: el cambio en la posición del espectador (de la contemplación a la actividad), la introducción de materiales naturales o sintéticos, industriales o artesanales y la presencia de la industria cultural.

 

Thais Rivitti

Al indagar sobre los diálogos que se pueden engendrar a partir de acervos y sus cánones, se investigan las potencias de una colección, las razones de su constitución y los despliegues de su continuidad, teniendo en cuenta las particularidades de nuestro tiempo y espacio ― Brasil de comienzos del siglo XXI ― y los cambios por los que la contemporaneidad nos confronta cada día con la memoria, proceso en plena metamorfosis, como eje estructurante de la cultura.

 

Leno Veras

 

 

>

>

Una invención simbólica de Brasil: África y barroco

La formación social del Brasil colonial estuvo marcada por traumas y el mestizaje con la venida de africanos esclavizados y la conquista violenta de la tierra habitada por las sociedades autóctonas. Son los extremos de la violencia brasileña vista como «historia de los vencidos» (tesis de Walter Benjamin). Entre 1701 y 1810 vinieron a Brasil 1.891.400 esclavos (Schmidl) ― más que la actual población de Campinas (São Paulo). La esclavitud arrancaba a las personas de su sociedad para privarlas de su libertad y traerlas a Brasil apretadas como mercancías en navíos. En África se canjeaban por productos brasileños, como tabaco, harina y aguardiente. Aquí el comercio de esclavos se hacía mediante ventas directas y subastas. Ellos eran evaluados de la misma manera que los caballos: se les miraba los dientes, la salud, la robustez, la disposición para trabajar y la índole para la sumisión.

La complementariedad económica en el Atlántico Sur era el cultivo de azúcar en Brasil y el comercio de esclavos en Angola. Los negros perdían su nombre, su grupo familiar, el derecho a su fe, su cultura en la guerra simbólica ― en fin, la desocialización era necesaria para dominar a las personas. «La historia del mercado brasileño, cultivado por el pillaje y el comercio, es larga, pero la historia de la nación brasileña, fundada en la violencia y en el consentimiento, es corta» (L. F. Alencastro).

Las leyes trataban a los esclavos como res («cosa», en el derecho romano) y su trabajo no tenía remuneración; se inventariaban junto a otros bienes de sus propietarios, como los animales, los ingenios y las tierras. Algunos incluso dudaron que los esclavos africanos tuvieran un «alma buena» (Montesquieu). Para algunos hijos de esclavos y libres, el arte fue un proceso de sublimación, integración a la sociedad, compensación simbólica, negociación de supervivencia, resistencia y emancipación.

 

Paulo Herkenhoff

 

Asesoría de Prensa:

Conteúdo Comunicação

Teléfono: +55 11 5056-9800

www.conteudocomunicacao.com.br

 

En Itaú Cultural:

Larissa Correa: larissa.correa@terceiros.itaucultural.com.br

Teléfono: +55 11 2168-1950

Carina Bordalo (programa Rumos): carina.bordalo@terceiros.itaucultural.com.br

Teléfono: +55 11 2168-1906

SERVICIO

Modos de Ver Brasil: Itaú Cultural 30 Años

Visitas: 25 de mayo a 13 de agosto de 2017

Martes a domingo, de 9h a 18h

Libre - Entrada Gratuita

 

Oca

Acceso a personas con discapacidad

Aire acondicionado

Aparcamiento: Entrada por la calle Leôncio de Carvalho, 108

Si el visitante presenta el ticket del aparcamiento
en la recepción de Itaú Cultural, obtendrá el sello para:

3 horas: R$ 7; 4 horas: R$ 9; 5 a 12 horas: R$ 10.

Con aparcacoches y seguro. Gratis para bicicletas.

Itaú Cultural

Avenida Paulista, 149, Estación de metro Brigadeiro

Teléfonos: +55 11 2168-1776/1777

atendimento@itaucultural.org.br

www.itaucultural.org.br

>